En el mundo de las propiedades, un “no” del banco no significa el fin del camino. Muchas veces es solo una señal de que hay que ajustar el perfil financiero antes de volver a intentarlo.
La clave: ordenarse, cotizar y no rendirse a la primera.

El error más común: abandonar después del primer rechazo

Según expertos inmobiliarios, uno de los mayores errores de quienes buscan un crédito hipotecario es dejar el proceso después de recibir la primera negativa.
La realidad es que cada banco evalúa de forma distinta, y lo que para uno es un “no” podría ser un “sí” para otro. La recomendación es clara: cotizar en varias instituciones antes de tomar una decisión.

Ordenar las finanzas antes de postular

Un historial financiero limpio es fundamental. Los bancos observan no solo los ingresos, sino también la forma en que manejas tus deudas y compromisos mensuales.

Pasos clave para mejorar el perfil financiero:

  • Reducir la cantidad de tarjetas de crédito: idealmente no más de tres.
  • Pagar a tiempo todas las cuentas: desde el dividendo hasta la tarjeta de supermercado.
  • Bajar la carga financiera: si tienes muchas deudas, el banco asumirá que tu capacidad de pago está comprometida.

Es simple: cuanto menos “peso” financiero arrastres, más confianza generas en la institución.

Evitar nuevos compromisos de alto costo

Solicitar créditos para automóviles, viajes o proyectos personales justo antes de pedir un hipotecario es un error estratégico. Estas deudas adicionales afectan el cálculo de tu capacidad de pago y reducen tus posibilidades de aprobación.

No temer a la cotización múltiple

Cotizar en varias entidades financieras no perjudica tu historial. Al contrario, te da una visión más clara del mercado y aumenta las probabilidades de encontrar una oferta favorable.
En Daniel Garcia Home siempre recomendamos comparar al menos tres propuestas distintas antes de elegir.

La visión desde el corretaje

En nuestra experiencia, el orden financiero y la persistencia son los dos factores que más influyen en lograr la aprobación de un crédito hipotecario. Hemos visto casos en que, después de tres o cuatro intentos y un ajuste inteligente de las finanzas, clientes logran comprar la propiedad que parecía inalcanzable.


Conclusión:
No hay que temerle al primer rechazo. Ordenar las cuentas, eliminar deudas innecesarias y cotizar ampliamente es la fórmula para que el “no” inicial se transforme en el “sí” que abre la puerta de tu nuevo hogar.

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