Luego de 15 meses de incertidumbre, más de 300 familias comienzan a regresar paulatinamente a sus departamentos en el edificio Euromarina II, ubicado en el sector de Reñaca, Viña del Mar. La evacuación se produjo a raíz de un socavón que comprometió la seguridad estructural del edificio, generando uno de los eventos habitacionales más mediáticos y delicados del último tiempo en la costa central chilena.

Las obras de reparación, ejecutadas por el Serviu, concluyeron recientemente, permitiendo que los residentes recuperen el acceso a sus hogares. Según se detalla en el reportaje original, alrededor de 30 departamentos ya han sido reocupados, mientras otros continúan en proceso de reinstalación, principalmente debido a temas de seguros, daños interiores o trámites pendientes.

Un retorno con sabor agridulce

Para muchos, volver no ha sido tan simple como abrir la puerta y desempolvar los muebles. La experiencia del socavón dejó huellas tanto materiales como emocionales. Algunos propietarios aseguran haber perdido pertenencias, otros aún están tramitando reparaciones, y no falta quien evalúa seriamente vender su propiedad.

Daniel Garcia, corredor de propiedades y fundador de Daniel Garcia Home, comenta:

“Lo que sucedió en Euromarina II es un claro recordatorio de que la inversión inmobiliaria no sólo debe enfocarse en la ubicación y el valor de reventa, sino también en el estudio profundo del terreno, la infraestructura de servicios básicos y la planificación urbana. Hoy más que nunca, la prevención es parte esencial del valor de una propiedad.”

¿Qué pasa con los edificios vecinos?

El socavón también afectó otros proyectos del borde costero, como los edificios Kandinsky y Miramar, donde las reparaciones aún no concluyen. En estos casos, la situación se ha visto aún más complejizada por la espera de obras por parte de Esval, la empresa sanitaria de la región.

Para los corredores de propiedades y asesores inmobiliarios, esta situación ha encendido múltiples alertas: ya no basta con vender un departamento con buena vista al mar; es imprescindible acompañar a los clientes con información técnica clara y actualizada sobre los riesgos geológicos y de planificación urbana.

Daniel Garcia agrega:

“He tenido clientes que compraron departamentos en altura con vista al mar sin revisar informes de mecánica de suelo o antecedentes del entorno. Después del socavón, eso cambió. Hoy hay más conciencia, pero también más miedo. Nuestro trabajo es transformar ese miedo en conocimiento y decisiones inteligentes.”

Una lección para el mercado inmobiliario

Lo ocurrido en Reñaca no solo afecta a los propietarios de Euromarina II. Toda la industria inmobiliaria, desde corredores hasta constructoras, debe leer esta señal con humildad y responsabilidad.

Los expertos coinciden en que se requiere mayor fiscalización de los estudios previos a las construcciones en zonas sensibles, junto con una revisión de los estándares de urbanización y drenaje en sectores expuestos a lluvias intensas, como fue el caso en esta ocasión.

Conclusión

El retorno de los vecinos al Euromarina II simboliza algo más que una mudanza de vuelta: es la reconstrucción de la confianza, tanto en el hogar propio como en el sistema que lo permite. Desde Daniel Garcia Home, seguiremos acompañando a nuestros clientes con información verificada, asesoría técnica y una mirada crítica que va más allá de la venta.

“Porque no vendemos propiedades; ayudamos a construir hogares seguros y decisiones conscientes.”

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